sábado, 11 de junio de 2016

Un texto para mujeres errantes : El don del exilio


                                   Si has intentado encajar en un molde y no lo has conseguido,
probablemente has tenido suerte. 
Es posible que seas una exiliada, pero has protegido tu alma. 
Cuando alguien intenta repetidamente encajar y no lo consigue, 
se produce un extraño fenómeno: cuando la proscrita es rechazada, 
cae directamente en los brazos de su verdadero pariente psíquico, 
que puede ser una materia de estudio, una forma artística o un grupo de personas.
Es peor permanecer en el lugar que no nos corresponde en absoluto 
que andar pérdidas durante algún tiempo, 
buscando el parentesco psíquico y espiritual que necesitamos.
 Jamás es un error buscar lo que una necesita, jamás.

Aunque el exilio no sea deseable por gusto contiene una inesperada ventaja, 
pues sus beneficios son muy numerosos .
Los golpes que se reciben eliminan la debilidad y los gimoteos, 
agudizan la visión, incrementan la intuición, 
otorgan el don de una perspectiva capacidad de observación
 y una perspectiva que los que están dentro jamás pueden alcanzar...

Aunque el exilio tenga aspectos negativos la psique salvaje lo puede soportar
 pues acrecienta nuestro anhelo de liberar nuestra verdadera naturaleza 
y nos induce a desear una cultura acorde con ella.

El anhelo y el deseo hacen por sí solos que una persona siga adelante,
 hace que una mujer siga buscando 
y en caso de que no logre encontrar una cultura muy apropiada
 hace que ella misma se la construya, lo cual es muy bueno, 
pues si se la construye un día parecerán misteriosamente otras mujeres 
que llevaban mucho tiempo buscando
 y proclamarán con entusiasmo que era eso lo que tanto ansiaban encontrar.

Clarissa Pinkola

(Mujeres que corren tras los lobos)